Una buena higiene de por vida para tener los
dientes blancos: una alimentación equilibrada
Las bebidas y los alimentos demasiado pigmentados (sodas, zumos de frutas, té, vino tinto...) aceleran la degradación de los dientes.
Bebe mejor agua o leche.
Escoge alimentos frescos, como legumbres o frutas, y elige chocolate en vez de dulces. Siempre que no tengas posibilidad de cepillarte los dientes después de una comida, trata de que ésta termine con un alimento protector, como el queso, y un buen vaso de agua o un chicle sin azúcar.
Evita picar entre horas y haz como máximo cinco comidas al día (desayuno, un tentempié a media mañana, comida, merienda y cena). No tomes bebidas o alimentos ácidos antes de acostarte y recuerda que el tabaco acelera que los dientes se amarilleen, y a largo plazo pueden volverse negruzcos, por lo que suprime o reduce el consumo de tabaco, de alcohol y de cafeína.
No hay comentarios:
Publicar un comentario